Bajo un sol radiante, damas, caballeros, jóvenes y niños inundaron la ciudad con alegría, portando carteles, globos y un carro alegórico, proclamando a viva voz el mensaje central: ¡CRISTO VIVE! La energía y el entusiasmo de los marchistas contagiaron a los presentes, quienes al son de coros evangelísticos y mensajes de amor y arrepentimiento, exaltaron el nombre de Jesús en cada rincón de Bucay.

La culminación de esta hermosa jornada fue un emotivo culto al aire libre en el parque central, donde la comunidad de Bucay se congregó para escuchar un mensaje de esperanza y un impactante testimonio de sanidad divina. La atención de los ciudadanos fue capturada por la manifestación del poder de Dios, reafirmando el propósito fundamental de esta movilización: llevar el nombre de Jesús al corazón de Bucay y recordarles que Él vive y sigue obrando milagros hoy.

Al finalizar la marcha y el culto, cada participante regresó a sus hogares con un gozo profundo por haber sido parte de esta significativa labor evangelística. Bucay recibió un mensaje claro y resonante, una verdad que quizás había sido olvidada o desconocida: ¡CRISTO VIVE! y su poder transformador sigue alcanzando vidas en la actualidad.